¿Te acabas tu aire antes que el resto de tu grupo de buceo? ¿Qué está pasando? Y ¿qué se puede hacer al respecto?
En primer lugar, no te culpes por ello. Las personas son diferentes. Los que tienen metabolismos más lentos utilizarán menos aire(si todos los otros factores son iguales). Los buzos de contextura pequeña y delgada utilizan menos energía que las personas de contextura grande para poder movilizarse, por lo que también consumen menos aire.
Por otro lado, la mayoría de nosotros podemos reducir nuestro consumo de aire y con ello extender nuestras inmersiones. Típicamente, los buzos desperdician aire en una o más de estas tres maneras:
Por fuga de aire antes de llegar a sus pulmones, debido octupus o fuentes de aire alternativas que están desajustados y liberan pequeñas burbujas en flujo continuo o por juntas tóricas (O-rings) desgastadas que no sellan bien.
Debido al uso de más energía de la necesaria. El uso de energía significa el uso de aire, ya que el oxígeno es necesario para quemar las calorías que producen energía. Cada pequeño esfuerzo innecesario te costará psi o bares.
Al no aprovechar al máximo cada respiración. Cuando los buzos respiran ineficientemente, intercambian menos oxígeno por dióxido de carbono en cada respiración, por lo que necesitan más aire para tomar otro aliento.
Elimina las pequeñas fugas
Incluso un pequeño flujo de burbujas de una junta tórica o en una manguera durante 40 minutos, gasta tu aire y puede ser un signo de problemas más serios que podrían ocurrirte si no lo solventas. Realiza tu chequeo pre-inmersión para asegurarte que no tienes fugas, y pídele a tu compañero de buceo que te avise si ve que tu tanque de aire tiene fugas cuando estás en el agua.
Una máscara que no te sella bien es otro tipo de fuga que tienes que resolver, pues necesitas estar soplando constantemente aire en la máscara para vaciarla. También es una fuente de estrés, lo que eleva el ritmo respiratorio y por lo tanto reduce la eficiencia de su respiración.
Tu fuente de aire alternativa si no está bien ajustada o calibrada puede perder aire en un pequeño flujo continuo, recuerda colocar la boquilla de tu regulador u octupus hacia abajo, y revisa que esté bien calibrada cuando le hagan el mantenimiento de tu regulador.
Bucea Más
Buzos inexpertos tienden a agotar más rápido su suministro de aire por respirar a un ritmo frenético. La razón es la ansiedad. Un buzo novato está comprensiblemente nerviosos, y la respuesta automática de su cuerpo al peligro es aumentar su metabolismo, el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria. Su cuerpo se prepara para la lucha o la huida, pero este estado lo hace perder mucho aire que no es utilizado para sus funciones sino desperdiciado en la respiración agitada
Puedes ser un buzo novato, pero a menos que bucees casi todas las semanas será aun una actividad antinatural, y tu cuerpo no se adapta fácilmente a estar metido bajo el agua. Bucea más y tu cuerpo se acostumbrará a la idea, y tú respiras menos.
Continua aprendiendo
Casi cualquier curso, te ayudará a reducir tu consumo de aire pues te sentirás más preparado y más cómodo. Pero la mejor opción es, probablemente, la especialidad de dominio de la flotabilidad (Peak Performance Buoyancy). Cuando consigues dominar tu estabilidad en el agua, puedes subir o bajar tan solo con tu respiración, y no necesitarás estar inflando y desinflando tu chaleco, perdiendo aire en eso. Lo más importante, desplázate como un pez, aprovecha el movimiento del agua, reduce el esfuerzo y relájate.
Descansa bien
Estar bien descansado el día de buceo. La fatiga es estrés. Si inicias la inmersión ya cansado, tu cuerpo tiene que trabajar más para superar la carga extra, por lo que respiraras más fuerte. Una resaca es estrés también. Puede pensar que estarás sobrio por la mañana, pero en realidad el alcohol y otras drogas afectan tu fisiología al día siguiente.
Llega Temprano
Si llegas tarde y tienes que correr a armar tu equipo y sientes la presión de los otros buzos que ya están esperándote, esto de generará fatiga innecesaria y el estrés mental. Entrarás al agua aún agitado y no tendrás la oportunidad de calmarte. Por otro lado, si llegas temprano, te preparas y estas para la reunión informativa de buceo (Briefing), podrás conservar tu energía, sentirte seguro y relajado, y tu respiración se mantendrá lenta.
Nada lentamente
El costo de energía por la velocidad es mucho más de lo que piensas, porque es una función que crece exponencialmente con la velocidad. Así que nadar dos veces más rápido requiere cuatro veces más energía y aire. Pero lo contrario también es cierto: Nadar reduciendo tu velocidad a la mitad usarás sólo un cuarto de la cantidad de aire.
Mantente en aguas poco profundas
Recordemos la física nuevamente. Debido a que el regulador te suministra aire a la misma presión en la que te encuentras en el agua (Presión Ambiental), una bocanada a 10 metros (dos atmósferas / 2 bar) es equivalente a dos bocanadas en superficie. A 30 metros (cuatro atmósferas) gastarás 2 veces más que a 10 metros y 4 veces más que en la superficie.
No hay absolutamente nada que podamos hacer al respecto, excepto evitar estar más tiempo a profundidad de lo que es necesario. Si estás haciendo un tránsito a través de un arenal sin interés para llegar al arrecife u otro punto de interés, puedes hacerlo a 5 metros en lugar de a 12 metros, y ahorrarás aire.
No te sobre-lastres
Si estás sobrelastrado, tienes que echarle más aire a tu chaleco para flotar y estar neutral. El Chaleco inflado es más voluminoso y requiere más energía y oxígeno para desplazarlo a través del agua.
Un extra de ocho libras de plomo significa tu chaleco necesitara estar inflado para hacerte estar neutral, y tendrá un volumen de como 5 litros más grande. Imagínate el esfuerzo adicional de tener que empujar una botellón de agua de 5 litros a través del agua.
Adopta una forma y posición hidrodinámica
Si tu cuerpo está en posición horizontal en el agua, al nadar, las piernas y las aletas pasan por el «agujero» en el agua creados por la cabeza y los hombros. Vas a ejercer menos resistencia en el agua y gastarás menos energía y aire.
Muchos buzos, sin embargo, nadan con los pies más bajo que el torso y la cabeza alta. Esto puede ser porque están mal lastrados, tienen mucho plomo o lo tienen mal distribuido. Si tu chaleco tiene bolsillos para colocar lastre cercano al tanque, te recomiendo que coloques 2 libras en cada bolsillo (4 libras) y que en tu cinturón coloques las pastillas cercanas a la hebilla de forma que te ayuden a mantenerte horizontal.
Busca Flotabilidad Neutral
Estar exactamente neutral es la clave. Si no lo estás, si estás un poco negativo o positivo, estás constantemente aleteando (y gastando aire) para mantener una profundidad constante. Si no estás neutral, no puedes deslizarse en cada aleteo y no reducirás la resistencia que ejerce el agua.
Optimiza tu equipo
Todos los peces de nado rápido tienen pieles lisas con pocas o ninguna protuberancia. Eso minimiza arrastre para que puedan nadar con el menor consumo de energía y oxígeno. Los buzos por el contrario, tienen superficies ásperas, complicadas con todo tipo de accesorios, tanques, mangueras, cuchillos, silbatos, boyas, etc. Cualquier alteración del flujo de agua que pasa por tu cuerpo crea resistencia y desperdicio de aire.
Haz todo lo posible para imitar a los peces. Si no necesitas una linterna en esta inmersión, por ejemplo, no la lleves. Si necesitas algo, tratar de llevarlo oculto en el bolsillo en vez de llevarlo colgando. Si puedes quita y guarda un snorkel en tu chaleco mientras no lo uses. Acorta las mangueras que son demasiado largas. Lleva la consola cerca de tu cuerpo. Adapta tu equipo a las condiciones: trajes más delgados para aguas más cálidas, chalecos más livianos para buceos en los que no requieras uno mayor, menos accesorios, etc.
Optimiza tus movimientos
Mantén los brazos cerca de tu cuerpo. Estira las piernas y mantenlas tan cerca una de otra como tus aletas lo permitan. Realiza la patada con movimientos cortos para que tus aletas permanezcan dentro de la estela de tu cuerpo. Algunas aletas requieren un amplio recorrido por lo que tienes que elegir entre propulsión eficiente y racionalización. Pero por lo general es mejor un aleteo más rápido a uno más ancho.
Respira profundamente
Si el oxigeno del aire que tomas en cada respiración no es absorbido en el torrente sanguíneo se pierde. Ese es el caso cuando tomas respiraciones cortas y poco profundas. Una gran parte del aire que ingieres llena la garganta y bronquios, pero no llega a los pulmones antes de ser expulsado de nuevo. Tienes que tomar otra respiración poco profunda antes porque no obtuviste grandes beneficios de la primera, y una gran cantidad de aire se pierde.
En su lugar, trata de respirar profundamente, llenando tus pulmones completamente con cada respiración. Una respiración profunda trae aire a las más pequeñas «bolsas de aire» de los pulmones (los alvéolos), donde el intercambio gaseoso se lleva a cabo. También añade más aire fresco, que se une al aire que quedo de tu anterior respiración en la garganta, boca y pulmones, por lo que la mezcla es más rica. Cuando más alvéolos están más plenamente inflados con aire más fresco, el intercambio de gases es más eficiente: Más oxígeno se extrae del aire entrante y más dióxido de carbono se libera. Aunque cada respiración utiliza más aire, tomas menos respiraciones, y el efecto neto será que se utiliza menos aire.
Exhala completamente, de manera de expulses el dióxido de carbono tanto como sea posible. Todo el de dióxido de carbono que no es exhalado quedará en tu cuerpo para mezclarse en con el aire fresco de tu próxima respiración. El reflejo que inicia la respiración no se activa por la falta de oxígeno, sino por el exceso de dióxido de carbono, que te incita a inhalar de nuevo. Es por esto que, una exhalación profunda extiende el tiempo antes de que sientas la necesidad de otro aliento.
Respira lentamente
Se consume mucha energía con sólo respirar, succionando el aire y empujando de nuevo. Para inhalar, tienes que succionar una válvula de demanda en la segunda etapa y llevar el aire a la garganta y los pulmones. Cada centímetro a lo largo del camino por donde viaja el aire significa fricción y turbulencia. Al respirar rápido generas mas turbulencias y fricción, así como un barco cuando se mueve más rápido crea una estela más grande. El problema se agrava si buceas a profundidad, porque el aire se hace más denso y es como tratar de succionar un batido en lugar de agua con un pitillo.
Así que no lo fuerces. Inhala lentamente hasta que tus pulmones están llenos, a continuación, espera, relájate y exhala lentamente hasta que estén vacíos. Más aire llega a tus pulmones, que gastará más tiempo allí en el intercambio de gases (oxigeno por dióxido de carbono), y que va a utilizar menos energía en la inhalación y exhalación.
Actualiza tu equipo
Revisar tu regulador periódicamente. Cuanto más profundo vayas, más denso será el aire que te suministra el regulador, y más esfuerzo tendrás que hacer para respirar. Si eres de los que le gustan los buceos profundos, hay reguladores balanceados que dan una respiración constante independientemente de la presión del tanque. Prácticamente todos los reguladores modernos, funcionan adecuadamente dentro de los límites de buceo recreativo.
Ponte en forma
Si al subir unas escaleras, llegas jadeando y sin aliento, desperdicias mucho aire en cada respiración, pues estás respirando rápido y no das tiempo para que se realice los intercambios de gases, como vimos anteriormente. En superficie el suministro de aire es ilimitado y puedes recuperar tu ritmo, pero bajo el agua no.
El buceo puede requerir esfuerzo. Si nadas en corriente requieres mayor esfuerzo y puedes cansarte rápido, tu ritmo respiratorio se acelerará. Un buzo en mejores condiciones tendrá menos aumento en el esfuerzo, por lo que va a usar menos aire. Es bueno que te mantengas en forma realizando ejercicios aeróbicos que te ayuden con el control de tu ritmo respiratorio. Si pierdes grasa además estarás más ágil.
Mantén el calor de tu cuerpo
Incluso en aguas cálidas puedes sentir frío cuando estás sumergido, porque siempre el agua estará por debajo de la temperatura de tu cuerpo, y en el agua se pierde calor mucho más rápido que en el aire. El calor es la energía, que genera el metabolismo utilizando oxigeno. Por lo que si tu cuerpo pierde calor el cuerpo utilizará más oxigeno para compensar el calor perdido. Además tener frío también genera estrés mental que, a menudo, aumenta el ritmo respiratorio.
Igualmente evita un golpe de calor, si sientes calor, refréscate e hidrátate.
Y simplemente relajarte
La competencia sobre quién utiliza menos aire puede ser en sí mismo un problema cuando los buzos asocian bajo consumo de aire con la habilidad en el buceo, la virtud y destacarse en el grupo. Es una de esas profecías autocumplidas: Te preocupas porque consumes más aire que tu compañero, lo que provoca el estrés, lo que eleva tu respiración por lo que, de hecho, utilizas más aire.
De hecho, una mayor tasa de consumo de aire puede ser causada por muchas cosas, algunas de ellas se pueden ajustar y otras no. Así que si deseas reducir tu consumo de aire, trabajar poco a poco en la los tips que te hemos dado, el control de la flotabilidad, mejorar de tu forma y posición en el agua, ir despacio, respirar lenta y relajante.
Realiza solo inmersiones para las que te sientas preparado, de esta manera reduces el estrés y puedes ir relajado a disfrutar de tu inmersión.
Fuente: Revista Sport Diver, por Selene Yeager
Traducción: pompo
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